Noviembre del 2015.
Cada 1-2 de noviembre se cree que las almitas de nuestros seres queridos ya fallecidos vienen de nuevo a la tierra a compartir con nosotros, los vivos. Para eso, para consentir a las almitas, la tradición manda a las familias a preparar una mesita con la comida favorita del difunto, junto con otras golosinas y masitas, cada una con su propio significado.
El colectivo feminista Mujeres Creando armó una mesa con manjares y música a las puertas del Tribunal de Justicia en La Paz, recordando a todas esas mujeres que fueron víctimas de feminicidios y cuyas familias no han encontrado justicia. Cada año, tan solo el 0,24% de los casos de feminicios en Bolivia llegan a ser castigados. El resto debe seguir en un tortuoso e inacabable via crucis legal, ESO si es que se tiene la suerte de contar con tiempo, dinero y fuerza para llevar el caso a la justicia.
La madre de Andrea Aramayo, Helen Alvarez, recitando una oración feminista. Su hija murió en agosto del 2015 después de salir de un boliche tras su ex-novio, quien la atropelló con su automovil. Los detalles del caso aún están por determinarse y aún no se sabe exactamente que fue lo que pasó esa madrugada, pero el caso llama mucho la atención debido a irregularidades que apuntan al encubrimiento de lo que puede haber pasado esa noche en beneficio del acusado, W.Kushner.
Varios transeuntes se detuvieron a orar en frente de la ofrenda.
La madre de una de las víctimas, apoyando la protesta.
El grupo musical cantaba trsites canciones de nostalgia y dolor, pero también de esperanza y paz.
El mensaje que se debe rescatar no es que somos víctimas, si no q luchamos en busca de jutsicia.